viernes, 23 de septiembre de 2022

Canciones desde el Búnker: En la guerra conmigo

El cenicero lo compramos con Cecilia la primera vez que estuvimos en Barcelona, de donde es Rafa. Imita el estilo de Miró –que también era catalán– pero nunca pude encontrar a qué cuadro pertenecía y ahora pienso que en realidad a alguien se le ocurrió hacer souvenirs con dibujos lo suficientemente parecidos a los de Miró como para venderse como tales pero lo suficientemente distintos como para no pagar derechos de autor.

Una vez se rompió en varias partes. Lo pegué, pero estas mitades volvieron a romperse tiempo después. Decidí dejarlas así, y buscando la mejor posición para ponerlas en la biblioteca se formó esta especie de cara bufonesca y me acordé de El Carnaval del Arlequín –cuadro que sí es de él– y me pareció señal suficiente para dejarlo así. Un poco más Miró que antes.

Cecilia vino a Madrid unos meses después de que dejé Buenos Aires. Allá vivimos juntos en cinco casas distintas, todas compartidas salvo un monoambiente interior en la calle Galileo 11, nuestra única casa en soledad. Bueno, en soledad fuera de la pareja porque en 23m² unx nunca está solx. Me sentaba en el suelo del baño a componer porque era el único lugar que tenía puerta. La cama se bajaba desde un armario y la ventana en realidad era un ventiluz.

Mirábamos películas y comprábamos muchos libros, que leíamos en el Metro aprovechando que trabajábamos al otro lado de la ciudad. Los jueves a la noche mirábamos a Buenafuente en Antena 3, en el mismo televisor donde vimos las primeras imágenes de los atentados del 11 de marzo.

Éramos unxs niñxs, vivíamos como podíamos, convivíamos como podíamos. Durante esos años Cecilia fue mi familia, y soportó mis silencios, mis ausencias y mis guerras internas todo lo que pudo. El cenicero lo había comprado ella pero no se lo llevó cuando se fue. Y yo viví varios años más en la guerra conmigo.




Nuevo episodio de Canciones desde el Búnker con el gran Rafa Pons.
#CancionesDesdeElBúnker #RodrigoSoler #RafaPons #EnLaGuerraConmigo

martes, 20 de septiembre de 2022

ESTE VIERNES NUEVO #CancionesDesdeElBunker con el gran Rafa Pons!

Conozco la música de Rafa desde hace muchos años cuando, no recuerdo cómo, llegó a mis oídos su canción Julia Roberts, en la que va hilando maravillosamente títulos y situaciones de películas de Hollywood poniéndose en la piel de un antihéroe que sueña con encontrarse a la actriz en su personaje de Mujer Bonita.

El año pasado lo pude ver en vivo en El Matadero de Madrid. Era un 24 de julio hermosamente caluroso y yo me había escapado del invierno porteño así que era feliz. El show se llamaba Exige tu propia aventura y tenía algo que nunca había visto en un recital: a través de una app la gente podía ir votando entre una u otra canción, y él cantaba en ese momento la más votada. Fue un gran concierto.

Nos volvimos a ver en Argentina, cuando vino con Zambayonni a grabar a Directo en Baires. Cantaron dos temazos y hablamos de música, de barrios, de Buenos Aires, de Messi, del Barcelona. Unos meses después volvió y filmamos este video, una tarde que de repente se hizo noche en pleno invierno porteño.

Desde que quise grabar esta canción para el ciclo, Rafa se me venía a la cabeza constantemente como la persona a la que debía invitar a cantarla conmigo. Para mí fue un honor poder hacerlo. Y creo que todo lo que dicen estas estrofas podría tranquilamente ser cantado por ese antihéroe hollywoodense al que dio vida cuando escribió la primera canción suya que escuché.




domingo, 4 de septiembre de 2022

Canciones desde el Búnker: Cuando el invierno duela

Gabriel se fue a vivir a Madrid hace dos semanas. Será su primera navidad solo en Europa. Las navidades europeas son distintas a las argentinas, el invierno te hace vivirlas distinto.

Solemos estar más vulnerables en invierno y es más probable que la soledad nos atraviese y nos lastime. No es excluyente, claro. Podemos estar tristes en el mejor de los paraísos tropicales, porque la soledad viaja siempre con nosotros, cuando duele y cuando no. Y a veces es nuestra única compañía.

Cuando viví en Madrid, hubo una Navidad en la que estaba muy triste, bastante solo y sin nada que festejar. Vivía en Lavapiés, muy cerca de donde Gaby está viviendo ahora. Me había separado de Vanesa un tiempo antes y estaba en una de esas épocas en las que se me acumulan las derrotas.

Iba a pasarla solo pero a Javier se le había muerto su padre en esos días y estaba tan peleado con las fiestas como yo así que organizamos una Antinavidad: Hicimos fideos –la comida menos navideña que se nos ocurrió–, no hubo regalos, no brindamos a las doce… y no recuerdo por qué, pero tenía una cabeza de títere de Papá Noel, y nos pareció consecuente ir quemándola con un encendedor a modo de venganza con la vida. La tengo hasta el día de hoy, supongo que como recordatorio de una de las veces que toqué fondo, porque acordándonos de cuando caímos también nos acordamos de cuando nos levantamos.

Días después mis amigos Gustavo y Alejandra me invitan a pasar año nuevo con ellos y otras personas. Ese 31 de diciembre conocí a Aurore, que había venido de Francia a hacer un máster en Filosofía y durante unos meses destruyó todas mis penas de amor con su belleza, sus besos, su locura y esa fuerza incontrolable que le daban sus 22 años. Era fuego, y viento, y raves, y marcas en el cuello, y risas, y quilombos, y palabras en francés recitadas al oído.

Me decía j’ai froid cuando tenía frío y me abrazaba y yo la abrazaba y definitivamente Aurore hizo que ese invierno fuera mucho más cálido, y que doliera muchísimo menos.
.
.
.
.

.
.
 NUEVO #CancionesDesdeElBunker, con Gabriel Ventura Gulí