Y que nadie elige a sus fantasmas.
Podrían haber atravesado
todas las puertas necesarias para recaer acá, pero no podrían franquear el
último obstáculo por más similar que fuera a los anteriores.
Porque era el último.
Y porque yo estaba esperándolos, con el paso de los años a mis espaldas como prueba irrefutable de la falsa inmortalidad de nuestros demonios.
Porque era el último.
Y porque yo estaba esperándolos, con el paso de los años a mis espaldas como prueba irrefutable de la falsa inmortalidad de nuestros demonios.