martes, 8 de mayo de 2012

La gente no se estaría suicidando.

Existe la posibilidad de que la gente no se suicide, sino que un buen día la tan temida y trillada parca se les presente y los obligue a saltar de la azotea de algún edificio emblemático, a lanzarse contra un tren en movimiento, o a atiborrarse de ansiolíticos y bajarse un Jack Daniels Etiqueta Negra bebiendo del pico. Puede que incluso a veces, la gente sea obligada a escribir falsos motivos de suicidio para evitar pericias, o exagerar motivos reales de pesadumbre a los que no les alcanzara para ser causa de tamaño efecto.

Algunos dicen que ante la presencia de tal belleza como la de La Dama Negra, uno pierde su voluntad y es imposible negarse a sus pedidos ni escapar. Tal imposibilidad quita credibilidad a dicha afirmación.

Hay gente que consigue evadirla al menos un tiempo más, ya sea por voluntad propia como apuntándole a algún toldo en plena caída libre o intentando no pegarle al tren con órganos vitales, o por voluntad ajena como un amigo llegando y haciéndonos un lavado de estómago revitalizador. Eso se llama intento de suicidio. El intento es el de la parca.