miércoles, 30 de noviembre de 2011

De mis fantasmas y demonios...

Mis fantasmas salían por la noche a debatir a mis espaldas, mis demonios componían la banda de sonido de mis madrugadas dicotiledónicas y salían a emborracharse de cadenas arrastradas por algunos de todos los personajes que fui alguna vez. Algunos murieron, a otros los fui matando. Pero partes de todos ellos se manifiestan dentro de mí y me recuerdan que arrastramos mucho más de lo que imaginamos. 
Y que nadie elige a sus fantasmas.

Podrían haber atravesado todas las puertas necesarias para recaer acá, pero no podrían franquear el último obstáculo por más similar que fuera a los anteriores.
Porque era el último.
Y porque yo estaba esperándolos, con el paso de los años a mis espaldas como prueba irrefutable de la falsa inmortalidad de nuestros demonios.

3 comentarios:

  1. <"Es la hora de los fantasmas : yo los convoco, los persigo, los cazo.
    Los dibujo con tierra y sangre en el lecho de la caverna. Me asomo a mí mismo con los ojos del primer hombre. Mientras dura la ceremonia, siento que en mi memoria cabe toda la historia del mundo >"
    Galeano.
    =)

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  2. La palabra "dicotiledónea" y su familia siempre me hacen acordar a la tira de Mafalda en la que Felipe está estudiando la lección :p

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