martes, 13 de febrero de 2018

Construir nuestro camino en base a cambiar de lugares para descubrir uno nuevo y no para escaparnos de uno viejo. No huir. Avanzar. Volver si es necesario o si fallamos en la última curva. Pero salir rápido de nuevo. A buscarnos.  A perdernos. A conocer cosas nuestras que sólo se encuentran cuando nos vamos de nosotros. A conocer cómo somos nosotros cuando el entorno cambia completamente porque ahí es cuando descubriremos qué parte de nosotros éramos nosotros y qué parte de nosotros era el entorno. Ahí es cuando nos conoceremos más porque conoceremos a dos nosotros mismos, y en lo que tengan en común se encontrará realmente lo que somos.
Cada viaje, cada camino, nos guarda a otros nosotros mismos que sólo van a existir si nosotros los descubrimos y sólo los podemos descubrir si nos detenemos frente a ellos, si vamos a su encuentro dispuestos a cerciorarnos de lo que creemos ser aún a riesgo de descubrir que no lo somos. Sino vagarán por el limbo de los nosotros mismos que alguna vez pudimos ser y ya no seremos.
Sino seremos menos nosotros mismos de lo que podríamos haber sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario