lunes, 18 de julio de 2022

ESTE VIERNES NUEVO #CancionesDesdeElBunker

Las plantas –que poco a poco van formando una selvita– tienen varias funciones en el balcón de Flor. Una de ellas es ayudar al jacarandá que está en la puerta de su casa a ir tejiendo poco a poco un paisaje verde que oculte al menos en parte a la Avenida Santa Fe. Lo plantaron cuando se fue a vivir ahí y la primera vez que entré a la casa de Flor apenas llegaba al piso del balcón, era poco más que una promesa a futuro, pero un par de años después ya tiñe de verde las vistas, escondiendo una parte de asfalto. Las plantas también, se fueron enmarañando entre las rejas del balcón, unas con otras, combatiendo el gris y llenándolo de vida.

Nuestros ensayos incluyeron jardinería, charlas existenciales, zapadas sobre la pentatónica que forman las teclas negras del piano y excursiones por el barrio para conseguir chipá.

Nos mostramos y convidamos varias cosas entre nosotrxs. Ella, panes de masa madre y cafés. Yo, habas tostadas y mermeladas de higo. Ambos, gajitos de plantas para el balcón del otrx y consejos para cuidarlas.

Cuando empezó la cuarentena yo venía probando pianos para –por fin– comprarme uno. Había ido a varios lugares y probado cerca de cuarenta pianos diferentes, con la fe de saber en el instante de tocarlo cuál era el mío. Flor me recomendó el lugar donde compró el suyo, y ahí finalmente encontré el piano que buscaba, un F. Geissler al que adoro muchísimo y al que estaré unido de por vida.

Nos conocimos un día que Flor vino a grabar para Directo en Baires, llegó con su acordeón y tocó y cantó con una potencia increíble una canción hermosa… y luego la vida y la música nos fueron cruzando en diferentes situaciones, en diferentes canciones, en diferentes escenarios.

Esta versión la armamos un poco en su piano –que está justo al lado del balcón y del jacarandá– y un poco en el mío, ese que encontré gracias a ella.

 ESTE VIERNES NUEVO #CancionesDesdeElBunker con Flor Albarracín.



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