lunes, 13 de febrero de 2023

ESTE MIÉRCOLES NUEVO #CancionesDesdeElBunker con Miguel Lo Cane


Empezamos a componer esta canción en mi búnker, yo tenía una progresión de acordes y Mike otra así que musicalizamos una parte cada uno. Después fuimos a la cocina y hablamos sobre qué queríamos narrar. Decidimos arrancar la letra con un cadáver exquisito. Soltamos algunas frases cada uno doblando un papel y así salió la primera estrofa. Seguimos intercalando frases de cada uno y completando la letra

Elegimos hablar de los instantes previos al amanecer, nos imaginamos un escenario urbano, una ciudad renaciendo, el reflejo de la luna, la metamorfosis de la noche en día como si fuera una libélula transformándose en una mariposa. Yo me imaginé una estación de tren. Mike pensó en algo expansivo.

Cada vez que venía tocábamos un par de veces la canción, armábamos algún coro o algún arreglo nuevo, la grabábamos, y luego nos íbamos a la cocina a escucharla mientras tomábamos café, cerveza o vino. Filmamos en diciembre, yo después me fui a Uruguay y de gira a la costa, y le mandé la primera versión del video mientras él viajaba de vuelta a Buenos Aires.

El fin de semana nos juntamos a almorzar, ultimar detalles y a conseguir el objeto que saldría en la portada del video. Queríamos algo que simbolice la noche, el renacer, la ciudad o la transformación. Así que salimos a la calle a buscar un búho, un edificio, una luna, una libélula, una mariposa. En un bazar a tres cuadras del Congreso encontramos unos búhos medios descascarados. El que está en la portada es el único que tenía los dos ojos sanos.

En la cultura celta se pensaba que el búho era el Guardián de la noche, que velaba por las almas y que podía verlas. Las madrugadas, las estaciones y las ciudades están llenas de almas invisibles, de vidas anónimas, y de personajes que van por la vida esperando encontrar a alguien con la misma sensibilidad visual que los búhos.








 

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